Para el que cree todo es posible
Para el que cree todo es posible

Para el que cree todo es posible

No sabía qué esperar y debo confesar que tenía muy altas expectativas pero muy poca fe. Mi mejor estimado era que quizás saldríamos adelante con la ayuda de Dios, pero no sabía si obtendría una victoria completa, si estaría saludable después de la victoria, y si estaría en mis sentidos para contarlo.

¿Alguna vez te haz encontrado dudando, no del poder o de la misericordia de Dios, sino de su intención para contigo en medio de la prueba? Pues bien, ese era yo.

Me parecía al padre de la historia en el evangelio de Marcos 9:14-32. El padre que creyó dudando o dudó creyendo. Cuando este padre se encuentra con Jesús, le explica la condición epiléptica que su hijo había sufrido y le dice, con la subsecuente respuesta de Jesús:

Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.
 ―¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible (Marcos 9:22b-23).

Se eso. Mmm… ¿De veras se eso? Allí está la duda otra vez… Bueno, si no hubiese creído por los pasados años, lo que estaba a punto de suceder no hubiese sido posible. Si no hubiese visto antes en mi espíritu lo que mis ojos vieron ese día, hubiese tirado la toalla hacía rato.

Creí. Creí lo suficiente para prepararme. Lo suficiente para no abandonar mi destacamento cuando tenía pocos seguidores o cuando me sentía desanimado. Lo suficiente como para reclutar y formar a un equipo de visionarios. Lo suficiente como para contagiar a muchos otros con la visión.

El padre había creído lo suficiente como para llegar a Jesús. Pero, como decimos en Venezuela, “después de matar al tigre le tuvo miedo al cuero.” Sin embargo, fue honesto para reconocer la insuficiencia de su fe. Enseguida le replicó a Jesús a gran voz diciendo: “Creo, ayuda mi incredulidad.”

Dios ayudó mi incredulidad. Aquello que tanto había soñado, lo que tanto había planeado, y por lo que tanto había orado, ahora impregnaba mis ojos con sus luces multicolores. Yo no planifiqué eso. Pero así sucedió. ¡De repente, Dios me sorprendió!

Como en un túnel del tiempo, vi retrospectivamente la imagen que quedara grabada en mi memoria hace años. Mi mente de fe aceleró la historia en el mismo túnel y me regresó al presente. Mi mirada forcejeó para atravesar mis lágrimas de humildad ante la grandeza de Dios, y vi. Vi lo que ante mis ojos estaba. Capturé el panorama con mi iPhone para la posteridad. Dios me dio la estupenda oportunidad de fotografiar un instante de sueños. De fe. De eternidad. Al que cree todo le es posible.

Dios me dio la estupenda oportunidad de fotografiar un instante de sueños. De fe. De eternidad #devocionales http://vla.lu/206 Share on X

Si crees, actúas. Pero ya sea que dudes o creas, la respuesta de Dios siempre te va a abrumar y sobrecoger. Supongo que en esto consisten los milagros. En poder ver la respuesta de lo que antes vistes con ojos de fe en el momento menos esperado.

Y tú, ¿haz visto? ¿Crées que en el momento menos pensado verás los milagros de Dios?

About Vladimir Lugo 13 Articles
Un espacio digital para escuchar la Biblia en comunidad y para escuchar a la comunidad a la luz de la Biblia, porque más bienaventurado es escuchar.